Una perspectiva global
El jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, el gobernante de Dubái dijo: “El futuro pertenece a quienes pueden imaginarlo, diseñarlo y ejecutarlo. No es algo que esperes, sino que creas”. Bueno; quizás usted y yo no estemos del todo de acuerdo por cuanto necesitamos un argumento para no imaginar, diseñar y ejecutar en fe el presente y futuro. Pero lo cierto es que el mundo en que vivimos demanda de personas visionarias y diligentes (o sea, personas de fe), que conociendo los tiempos actuales actúen en consecuencia. Si tan solo miramos los efectos del Covid 19 nos daremos cuenta de cuan frágiles somos, por lo que todavía una gran cantidad de países están en emergencia económica y social sin que se pueda ver en el futuro inmediato una luz al final del túnel.
Desde MIDI trabajamos incansablemente con los líderes mundiales en aras de formar la generación de cambios. Una generación despierta, que pueda entender la realidad del momento y que no menosprecie las exigencias de Dios en cuanto a la necesidad de ser la luz del mundo y la sal de la tierra. Una generación que pueda ocupar su lugar en el lugar más escondido e inhóspito, o en la ciudad más encumbrada y exigente. ¿Qué si es un reto? Claro que sí!!! Pero no un imposible.
Es por ello que en cada una de nuestras intervenciones no dejamos de incentivas para que podamos avanzar hacia un desarrollo espiritual, social y administrativo. Un desarrollo sostenible para cada una de las naciones integrantes de nuestro cuerpo ministerial. Esto requiere de oración, sacrificios, planificación y un trabajo en equipo cual nunca se haya visto.
La crisis económica de Venezuela afecta directamente a nuestras iglesias en ese país, no están exentos por ser cristianos. La crisis en el Perú no deja de ser una amenaza institucional. Que decir de la crisis en Haití, El Salvador y otros tantos lugares de Latinoamérica, es un desafío lo que tenemos por delante.
Por lo antes dicho, estamos convencidos de que es nuestro rol dar respuestas planificadas, y así lo seguiremos haciendo. Esperando encontrar en cada paso una generación que podamos formar para imaginar, diseñar y ejecutar el desarrollo de sus países. Siempre apoyados en Dios, porque separados de él, nada podemos hacer.
Paz a vosotros
Fredy Pérez Casilla
Secretario Ejecutivo Internacional